La
puesta en escena o montaje de una obra teatral consiste en la coordinación de
todos los elementos de la representación, bajo el plan artístico del director del espectáculo. En ella se conjugan todos
los aspectos que conforman la tarea
teatral: escenografía, iluminación, maquillaje, sonido, caracterización,
interpretación, etcétera. En algunos casos los autores de los textos dramáticos
indican como serán estos elementos, para ello utilizarán las acotaciones, pero en
muchos casos no dan las indicaciones, o éstas son mínimas, y es el director de
la puesta en escena quien tiene que decidir este tipo de cosas.
Los
elementos que componen una puesta en escena son de dos tipos:
Elementos actorales:
Son los que dan sustento a la acción
de la obra. Intervienen los actores, las actrices y el director. Construcción,
caracterización e interpretación de los personajes que realizan la acción, y
todos los aspectos que tienen que ver en estos procesos (lectura, análisis, usos de la voz, expresión
corporal, movimientos y desplazamientos.

Elementos visuales:
Crean las condiciones espaciales temporales y ambientales
para que se desarrolle la acción: escenografía, utilería, iluminación,
sonorización, tramoya. El director de escena coordina también el trabajo de los
encargados de cada una de estas áreas.

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